Que
lástima que no escuches cuando mas fuerte el amor toca tu puerta.
Que
lastima que la venda en tus ojos no te permita ver la sinceridad de una
sonrisa, ni el brillo de unos ojos al querer decir te quiero.
Que
lastima que lo superficial, no te permita valorar lo que en realidad tiene
importancia.
Que
lastima que esta lágrima se haya derramado habiendo podido evitarlo.