Y después de tanto tu regreso ansiar, cuando regresaste...
no destilaron
tus labio la miel que los mios endulzaba.
Tu toque petrificó mi piel, tu
frialdad enfrió nuestra cama.
Tu indiferencia, tu intransigencia, tu desgano. Por qué regresaste si mi
amor no necesitabas?
Un valioso tiempo hiberné esperando tu regreso, mas tu desdén no lo
merezco.
Vete y llévate contigo las migajas de tu amor insuficiente. No lo
necesito.